Celebremos la recuperación

Historia del Programa Celebremos la Recuperación

En agosto de 1991 John Baker asistía a la Iglesia de Saddleback en California, EU y envía al Pastor Principal Rick Warren, una carta en donde describe cómo Dios proporcionó sanidad en su vida al tener recuperación del alcoholismo y cómo quería compartir los Principios de la recuperación con los demás. El cuenta su historia de recuperación cuando asistía a las reuniones de Alcohólicos Anónimos era ridiculizado cuando hablaba acerca de su Poder Superior —el único y verdadero Poder Superior, Jesucristo, y a la vez no podía encontrar un grupo pequeño en la Iglesia, donde las personas pudieran abiertamente relacionarse con su lucha contra su adicción al pecado del alcohol. Sabía que debía haber alguien, porque en una iglesia del tamaño de Saddleback, no podía ser el único luchando con una herida, adicción o mal hábito.

En la carta que escribió de trece páginas describe la visión que Dios le dio, la visión de “Celebremos la Recuperación”, un programa de recuperación Cristo-céntrico. El Pastor Rick Warren lo llama a su oficina y le dijo: “Estupendo John, hazlo”. De esa reunión nació Celebremos la Recuperación.

Con el pasar de los años el ministerio de Celebremos la Recuperación ha crecido de manera exponencial y hoy en día más de 37,000 Iglesias en el mundo tienen un ministerio que conserva el ADN original de la Iglesia de Saddleback, más de 7 millones de personas han encontrado sanidad y recuperación de sus heridas, complejos y malos hábitos.

La misma necesidad de atender a las familias ha permitido que se hayan creado los programas de “El Aterrizaje” (para jóvenes de 12 a 18 años) y el Lugar de Celebración (para niños de 5 a 12 años) en donde son atendidos los pequeños y de esta manera poder prevenir conductas adictivas, sanar heridas, superar complejos y cambiar malos hábitos, la prevención en los niños y jóvenes a dado resultado para poder tener Iglesias y sociedades sanas que convivan en armonía y felicidad con el poder restaurador de Jesucristo en sus vidas.

Hoy en día el ministerio de Celebremos la recuperación continua extendiéndose fuera de Estados Unidos a través de líderes voluntarios quienes siguiendo con el programa se han convertido en portavoces dando “De gracia lo que han recibido de gracia” con el único interés de replicar nuevos grupos y líderes de Celebremos la Recuperación y que más vidas sean transformadas y restauradas.

 

Recursos de Celebremos la Recuperación

12 PASOS

 

1. Admitimos que no teníamos poder sobre nuestras adicciones y comportamientos compulsivos y que nuestras vidas habían llegado a ser inmanejables.
“Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo.” (Romanos 7:18)

2. Llegamos a creer que un poder más grande que nosotros puede restaurarnos a la cordura.
“Pues es Dios quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.” (Filipenses 2:13)

3. Tomamos la decisión de entregar nuestras vidas y nuestra voluntad al cuidado de Dios.
“Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.” (Romanos 12:1)

4. Hacemos un minucioso y audaz inventario moral de nosotros mismos.
“Hagamos un examen de conciencia y volvamos al camino del SEÑOR.” (Lamentaciones 3:40)

5. Admitimos ante Dios, a nosotros mismos y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros pecados.
“Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para que sean sanados.” (Santiago 5:16)

6. Estamos completamente listos para que Dios remueva todos nuestros defectos de carácter.
“Humíllense delante del Señor, y él los exaltará.” (Santiago 4:10)

7. Humildemente le pedimos a Dios que remueva todas nuestras deficiencias.
“Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.” (1 Juan 1:9)

8. Hacemos una lista de todas las personas a quienes hemos lastimado y llegamos a estar dispuestos a enmendar todo lo que les hicimos.
“Traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes.” (Lucas 6:31)

9. Hacemos enmiendas directas a esas personas siempre que sea posible, excepto si cuando al hacerlo pueda lastimarlas o lastimar a otras.
“Por lo tanto si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda.” (Mateo 5:23–24)

10. Continuamos haciendo el inventario personal y cuando nos equivocamos lo admitimos inmediatamente.
“Por lo tanto, si alguien piensa que está firme, tenga cuidado de no caer.” (1 Corintios 10:12)

11. Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestra relación con Dios, orando sólo para conocer Su voluntad para nosotros y poder para llevarla a cabo.
“Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza.” (Colosenses 3:16)

12. Después de haber tenido una experiencia personal como resultado de estos pasos, intentamos llevar este mensaje a otros y practicar estos principios en todas nuestras áreas.

“Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado.” (Gálatas 6:1)

8 PRINCIPIOS

1. Reconozco que no soy Dios. Admito que no tengo poder para controlar mi tendencia a hacer lo malo y que mi vida es inmanejable.
“Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece.” (Mateo 5:3)

2. En una forma sincera creo que Dios existe, que le intereso y que Él tiene el poder para ayudarme en mi recuperación.
“Dichosos los que lloran, porque serán consolados.” (Mateo 5:4)

3. Conscientemente decido comprometer toda mi vida y voluntad al cuidado y control de Cristo.
“Dichosos los humildes, porque recibirán la tierra como herencia.” (Mateo 5:5)

4. Una apertura para un autoexamen y confesión de mis faltas a Dios y a alguien en quien confío.
“Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.” (Mateo 5:8)

5. Para que Dios pueda hacer los cambios en mi vida, me someto voluntariamente a Él y con humildad le pido que remueva mis defectos de carácter.
“Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.” (Mateo 5:6)

6. Evalúo todas mis relaciones. Ofrezco perdón a aquellos que me han hecho daño y enmiendo los daños que he ocasionado a otros, excepto si cuando al hacerlo les dañara a ellos o a otros.

“Dichosos los compasivos, porque serán tratados con compasión.” (Mateo 5:7)

“Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.” (Mateo 5:9)

7. Reservo un tiempo diario con Dios para una autoevaluación, lectura de la Biblia y oración con el fin de conocer a Dios y Su voluntad para mi vida y obtener el poder para seguirla.

8. Al rendir mi vida a Dios para ser usada puedo llevar estas Buenas Nuevas a otros, tanto con mi ejemplo como con mis palabras.

“Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece.” (Mateo 5:10)

Oración de la serenidad

 

Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor para cambiar las cosas que si puedo cambiar, y la sabiduría para conocer la diferencia, viviendo un día a la vez; disfrutando un momento a la vez, aceptando la dificultad como el camino hacia la paz; tomando como Jesús lo hizo , este mundo pecador tal cual es, no como sería; confiando que tu harás que todo salga bien si me entrego a tu voluntad; para que sea razonablemente feliz en esta vida y sumamente feliz contigo por siempre en la eternidad.

 

Amén.

Preguntas Frecuentes sobre Celebremos la Recuperación (CR)

¿Qué es CR?
CR es un programa cristocéntrico basado en las Bienaventuranzas. Su propósito es ayudarte a superar heridas emocionales, complejos, adicciones y malos hábitos, guiándote hacia una vida plena en Cristo.

¿Para quién es CR?
Es para toda persona que desea crecer en su relación con Cristo y encontrar sanidad en áreas específicas de su vida.

¿Hay atención para niños?
¡Sí! Contamos con un programa especial diseñado para atender a los más pequeños mientras los adultos participan en las sesiones de CR.

¿Puede asistir alguien que no sea de Smirna?
¡Claro que sí! Invítalos. Tenemos un proceso especial para quienes vienen de fuera de la comunidad de Smirna. Todos son bienvenidos.

¿Qué pasa si no me he inscrito? ¿Aún puedo asistir?
¡Por supuesto que sí! Solo necesitas escanear el código QR o simplemente presentarte los jueves a las 7:00 p.m.
Te esperamos con los brazos abiertos 🫂❤️🥰

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